Un Hombre Bueno

Por Alejandra Sutil

No puedo dar mejor calificativo que el de, Hombre Bueno, esta corta frase globaliza todas las buenas obras de Vicente Ferrer, un hombre que tras vivir una guerra a la temprana edad de dieciséis años (fue requerido a filas en la llamada “quinta del biberón”) sufrió las miserias de una guerra despiadada, que despertó su afán de entrega por toda la humanidad desfavorecida. Ingresó en la Orden Jesuita y pronto marchó como misionero a Mumbay, donde comenzó una vida activa en favor de una población campesina y desamparada. Formó una pequeña cooperativa y excavaron los primeros pozos para el abastecimiento y canalización del agua para cultivos y semilleros. Obtuvo la cesión de unas tierras y levantó la primera escuela para campesinos y un hospital, poco a poco fue ampliando a una segunda escuela y una residencia para alumnos. La entrega y el trabajo duro de Vicente Ferrer se ganó a aquellas sencillas personas de corazón agradecido, y con ahínco, lucharon codo con codo junto a él, pero no todo el mundo quiso que la labor de este gran hombre se viese reconocida y, una vez más, la envidia de Caín se filtró por entre los sectores dirigentes que sintieron que podía ser una amenaza.

La Orden Jesuita mostró el descontento, el cariz que tomaban los acontecimientos podría perjudicar al jesuita, pero él, fiel a sus propósitos continuó hasta que un artículo en un periódico semanal (el Ilustrated weekly) y con el nombre La Revolución Silenciosa llegó la orden de expulsó a Vicente Ferrer obligando a salir del país en un plazo de un mes. Una protesta de políticos y líderes religiosos que se pusieron a su favor, abanderados por Madn Metha, fueron hasta Mombay a pedir justicia. A ellos se les unieron más de treinta mil campesinos que clamaron a favor del jesuita expulsado Vicente Ferrer. Indira Gandhi a favor de la tolerancia y el buen hacer de Vicente, consiguió la salida de este hacia España en calidad de vacaciones, en tanto buscaba una solución al conflicto. Ya en España y expulsado de La India, Vicente Ferrer levantó la primera Fundación Vicente Ferrer. La India reclamó a Vicente Ferrer, quien sin dudarlo, volvió para seguir con la labor de ayudar a los más desfavorecidos. Le asignaron unas de las tierras más humildes y desérticas del país, Anantapur, una zona donde existía la mayor ausencia de agua, y con ello, todo tipo de carencias. Fundó en La India la Fundación Vicente Ferrer. Este Hombre Bueno, luchó hasta su muerte y es reconocido por muchos países por su labor humanitaria. Ejemplo de vida, de lucha, de tesón… Estés donde estés te recordaremos por tus buenas obras Vicente. Está propuesto para el Premio Novel de la Paz en Oslo (Noruega) quiera Dios que allí ondee la labor que este hombre desarrolló en la tierra, y la Fundación Vicente Ferrer pueda seguir fructificando a favor de los campesinos y desfavorecidos y Anna Ferrer, su esposa y quien estuvo siempre su lado, pueda continuar esa espléndida labor. Apoyemos a la Fundación Vicente Ferrer para conseguir el Premio Nobel de la Paz.

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