Hace unas horas que he llegado por una ruta por este jardín que ha estado cerrado y abandonado por muchos años; abrió sus puertas pero en un estado de conservación y abandono que ha permitido conservar la belleza natural de muchas de sus especies.
Es un lugar secuestrado entre dos corrientes estáticas como es la dársena del Guadalquivir y la antigua Expo 92 que me negué a visitar durante su llamada celebración que llame error histórico del derroche. En síntesis fue una obra de nuevo rico que permitió una abundante inversión y visitas a Sevilla pero que dio al traste con la ultima oportunidad de re-urbanizar las riveras de la dársena y haber dejado en Sevilla unas mínimas infraestructuras para celebrar grandes eventos en el futuro. Por ejemplo habiendo recuperado el puerto y habiendo hecho mas parques en Sevilla tal y como se planteo la Expo del 29, con ensanches y grandes avenidas. Mil excusas por traer esto pero ante semejante derrame de millones y viendo los pabellones y jardines abandonados por no decir el horror de diseño en lo que esta convertido el recinto de la Cartuja no podía dejar de recordarlo.
Se dan bien los Lotos en Sevilla y esta es la demostración mas original
el Jardín esta en la orilla derecha y tiene entrada al Norte al pasar el puente de la Barqueta, Sur y Este se entra por la calzada de la orilla
Cuando empecé a pensar en este post, me vino a la mente la conversación y algunas experiencias que he tenido con algunos ejercicios inspirados en la naturaleza, la constancia y necesidad cada vez mas de estar en contacto con ella.
Después de charlar el otro día con Paka sobre este proyecto, la experiencia personal y diaria de mi paseo por los arboles mas alguna que otra propuesta como la Ruta de Jane´s Walk Sevilla 2014: De los árboles sanadores a la atención consciente.
Se me ocurrió una formula que podía dar pie a un grupo de auto apoyo y al mismo tiempo una nueva dimensión aplicada a la medicina como terapia sustitutiva. Al mismo tiempo dar entrada a grupos que por sus dinámicas están apoyados en la consciencia de la meditación y en general cualquier persona que permita establecer una relación interactiva entre la naturaleza a través de los arboles y la vegetación, caminar y la propia mente.
En la tradición oriental hay una mayor cultura de la meditación y control mental, algo que es desconocido para nuestra costumbres que en muchos casos encuentra como la propia mente es la que provoca enfermedades somatizadas a través de un proceso irreversible de repetición en nuestro dialogo interno.
Como ya comentaba en el post Ruta de Jane´s Walk Sevilla 2014: De los árboles sanadores a la atención consciente en Japón se ha introducido una figura algo peculiar, la receta de la terapia del bosque. La práctica del Shinrin-yoku o terapia del bosque fue iniciada por la Agencia Forestal de Japón en el año 1982. Surgió como una iniciativa para darle valor a los bosques, que cubren un 67% de la superficie del país, y al mismo tiempo canalizar la demanda de contacto con la naturaleza por una creciente población urbana sometida a niveles intensos de competencia y estrés. Se inspiró en las tradiciones sintoístas y budistas que promueven la comunicación con la naturaleza a través de los cinco sentidos.
Todos hemos notado que la administración de medicinas juegan un papel excesivo en la terapéutica actual y en la mayoría de los casos los médicos no pueden administrar sustitutivos ya que el modelo sanitario no lo permite y ni tan siquiera hay habilitado unos protocolos adecuados a esta temática.
En Japón los médicos pueden dispensar una receta que consista en asistir a programas monitorizados en los bosques que la propia administración gestiona a través de estos espacios protegidos y monitores especialmente formados. El hecho de que alguien le preste atención a este formato por que lo haga un medico con una receta puede parecer insignificante pero a muchos que tenemos contacto con personas mayores o enfermas sabemos que estos respetaran la decisión y sobre todo valoraran como algo importante para su salud lo que antes ni tan siquiera tomaban en serio. Dirán, me ha recetado que haga esto y no tengo mas remedio que hacerlo por mi salud.